«La lluvia antes de caer» de Jonathan Coe

portada.jpeg     «La lluvia antes de caer» es una novela generacional, que rompe con el estilo de sátira social al que nos tiene acostumbrados Jonathan Coe (1961, Birmingham) y supone el debut del inglés en el complejo universo de la narración intimista.

     Rosamond, mujer soltera, sin hijos y con 73 años a sus espaldas, es descubierta en el salón de su casa sin vida como un pajarito, tras la ingesta masiva de barbitúricos.

     Cuando su sobrina Gill recibe la fatal noticia, acude a casa de su tía y descubre unos casetes grabados por la fallecida y un escrito en el que detalla las últimas voluntades para sus herederos. Rosamond quiere que las cintas grabadas y una veintena de fotografías que captan momentos clave de su vida, sean entregadas a Imogen, una niña ciega desconocida para Gill. 

     A partir de un patrón narrativo sustentado en el testimonio visual  —el narrador irá desgranando con detalle una fotografía por capítulo— y en el testimonio oral de las cintas, que son escuchadas por las dos mujeres, vamos conociendo poco a poco la difícil vida de Rosamond —en la que tuvo mucho que ver su conciencia de homosexualidad— y también, la tortuosa existencia de Imogen —desde bien pequeña, lo suyo fue una lucha continua deportando angustias—.

     Aunque está cocinada a fuego lento y, en ocasiones, decelera el ritmo en exceso, Jonathan Coe cuenta con esa plácida amenidad que permite saborear los acontecimientos a temperatura adecuada. Para satisfacer a los paladares afectivos, convierte los eslabones sentimentales de tres generaciones de mujeres en el sedal lanzado para atrapar la atención lectora. Como cualquier familia, el baúl emocional de la familia de Imogen encierra muchas penas secretas, muchas traiciones que conducen al exilio inmerecido del dolor, pero también misteriosos episodios de lealtad y amor que aúpan la trama y aportan placidez a la lectura.

     La memoria ha quedado encerrada en las cintas y en cada una de las fotografías que abren los capítulos. Con este originalísimo truco formal, la obra despliega su magia creativa escarbando en la memoria, rescatando vivencias dolorosas y momentos felices. Episodios que Rosamond toma como puntos de fuga y que, a golpe de episodios contados a la cieguecita, van construyendo la tramoya de dos vidas atormentadas (la de Imogen y la suya propia). 

     A pesar de que la novela tiene pasajes buenos y potentes imágenes, Jonathan Coe no me parece en «La lluvia antes de caer» un autor cuya riqueza expresiva sea para quitarse el sombrero, sino más bien un narrador mediano, comedido, a veces entretenido, pero siempre poco arriesgado en el oficio. Un escritor que sale bien parado del desafío de rastrear la vida dando otra vuelca de tuerca a la fabricación del recuerdo, pero cuya pisada literaria no me ha dejado demasiada huella.

     Buenas tardes y buenas lecturas.

coe.jpeg

3 comentarios en “«La lluvia antes de caer» de Jonathan Coe

  1. Me encantó. Quizá el haber dicho cómo fallece Rosamund es hacer spoiler y yo no lo hubiera dicho (ya que en la sinopsis no se dice). Quitando eso, a mí me ha gustado algo más que a ti; yo no valoro tanto en sí si la narrativa es magistral o no, sino que me entretenga y me haga reflexionar, y me resultó un libro bonito, que no excelente ni digno de un premio narrativo.

    Besos.

    Le gusta a 1 persona

  2. Está claro que todos leemos de diferente manera y aunque tu fantástico comentario me crea una «duda razonable» sobre las emociones que me generó la historia, sigo pensando que sus trucos para mí fueron magia y me quedó con esa frase que el aplica a la lluvia antes de caer y que yo utilizo siempre que se me tercia, «Ya sé que no existe. Por eso es mi favorita. Porque no hace falta que algo sea de verdad para hacerte feliz. ¿no?»

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario