«El descontento» de Beatriz Serrano

Acabo de terminar«El descontento», ópera prima de la periodistaBeatriz Serrano (Madrid, 1989), una de esas novelas que se terminan por ser corta, pero queda una con ganas de tirarla a la piscina, como hiciera el bueno de Umbral , y olvidarse de ella.

«El descontento» está teniendo mucho eco en las redes sociales y mi afán insaciable por estar al tanto de los éxitos en ventas (a veces, se descubre alguna joyita) me ha llevado a hincarle el diente. Lamento confesar que, en esta ocasión, mi gozo en un pozo. Aquí no hay defectos formales, sino algo peor. Nada que merezca la pena comentar, a excepción de que estamos ante una escritora sin oficio, una periodista que no debió abandonar el periodismo y una narración sin encanto ni hechizo, por no entrar en el estilo, que tampoco ha sido invitado. Lo suyo es todo un homenaje a lo que yo llamo juntar frases, ese escribir como se habla, sin recursos narrativos y sin más brillo que seguir tirando del obtenido con «Fuego en la garganta», la novela con la que quedó finalista del Premio Planeta 2024.

No hay en toda la narración rasgo alguno que vincule la escritura con la literatura. Lo suyo es un fraseo pobre y deshilvanado, un contar cosas más o menos graciosas, más o menos irónicas, que dan sentido a situaciones que pretenden dar cuerpo a algo que no sé cómo denominar. Para llegar a finalista del Planeta vemos que no hace falta nada.

En cuanto al argumento, narra lo que le sucede a una mujer (Marisa) de unos treinta años mientras trabaja en una agencia de publicidad. Las tareas que le encomiendan, las rígidas exigencias de sus superiores, el perfil de sus compañeros de trabajo y las rutinas desafiantes que torea a base de ansiolíticos forman el corpus del escrito. Dicho así, puede resultar interesante, pero cualquier novela es interesante si se cuenta de una forma interesante. Bien por la trama, bien por el estilo, bien porque el personaje principal es tan interesante que nos ata al libro con tal suerte que no podemos vivir sin saber qué hace ese personaje. No es el caso. Aquí la prosa es corriente. Tan lejana a lo que se exigiría a un escritor forjado que lo voy a dejar aquí, por no perder mi tiempo ni hacerlo perder a quienes entren a esta reseña para una primera toma de contacto con esta novela fallida.

Decía Kafka que los libros que merecen la pena son aquellos que nos impactan en nuestro fuero interno, esos que consiguen romper el mar congelado que llevamos dentro. Probablemente, cada mala lectura también nos va construyendo como lectores, aunque el impacto sea desafortunado porque no atraviese ni destroce nada.

Buenas tardes y buenas lecturas.

4 comentarios en “«El descontento» de Beatriz Serrano

  1. Comparto tu opinión. Y creo que el título es perfecto porque su lectura me provocó un gran descontento. Y del final no digo nada. Me resultó una novelita frívola y absurda.

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  2. Totalmente de acuerdo con tu crítica, y eso que solo lo había empezado a leer y sufrir. Lo que agradezco enormemente es que haya alguien que se atreva a publicar su crítica negativa sobre un libro al que los medios le dan bombo y platillo. No veo más que cobardía, miedo a desagradar a las editoriales, autores, libreros…, sin embargo cuando hay tanto donde elegir, me fío de quienes, como tú, exponen su sincera opinión y me ayudan a descartar algún libro y a no perder el tiempo. Aunque es la primera crítica que leo en tu blog, no será la última, si siempre son así de directas. Gracias.

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    • Gracias, César. Procuro dar a conocer libros que tengan algún interés y silenciar los que carezcan de él. Sin embargo, en este caso, la decepción ha sido tan grande que me he tomado la licencia de ahuyentar al lector con una crítica honesta en la que expreso mi desagrado. Si un libro no aporta nada, es mejor no entrar en él.

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