«Diario de un hombre de cincuenta años» de Henry James

 

diario_web_ficha     Relato íntimamente autobiográfico en el que un joven Henry James, a los 35 años, se proyecta en un quincuagenario para observar, analizar y reflexionar acerca de qué hubiera sido de su vida si, en lugar de permanecer soltero, se hubiese casado con la mujer de la que, al parecer, estuvo enamorado y amó cuando tenía 25 años.

     En un curioso trenzado entre lo recordado y lo imaginado, esta obrita titulada Diario de un hombre de cincuenta años es una auténtica novela en miniatura. Sí, porque sin llegar a ser una novela, posee los repliegues suficientes como para llevar a cabo un análisis psicológico (de situaciones y personas) que traen a mi memoria otros trabajos suyos de mayor calado, como Los papeles de Aspern y, aunque pálidamente, también la reconocidísima Otra vuelta de tuerca. Se mire por donde se mire, es un relato exquisito que testimonia que fue, si no el mejor maestro de la novela breve, uno de los mejores. Le bastan 90 páginas para exhibir una brillantez de trazo que hacen que una quiera volver sobre lo leído una y otra vez, por ver si es posible disfrutar de nuevo de todos sus matices. Tan minuciosas y percutidas son sus observaciones. Aparte de la depuradísima elegancia, de su belleza plástica, me resulta especialmente seductor ese ejercicio de introspección a dos voces que, en su época resultó de lo más innovador. Sobre el tapete, su alter ego como protagonista, un joven (de 25 años) al que intenta poner a salvo de la vanidad de una mujer que -según el muchacho- podría hacerle muy feliz; conversaciones con las que intenta abrirle los ojos acerca de lo que le podría suceder en su relación amorosa. Y embridado en la trama, su yo más íntimo (el del hombre maduro que es) dimanando en secuencias inventadas para hablarnos de la fatalidad, de la repetición del destino, de la insondable levedad del ser.

     El texto evoca, pues, la esencia nostálgica del joven James y capta bien su pasión amorosa. Una pasión que le atormentó voluptuosamente, que le sujetó el alma con tal zozobra, que él resolvió romper con dolor antes de que llegase a consumarse en matrimonio. Sacramento que -en su vida real- consideraba tan adecuado para la mayoría de la gente como inadecuado para él mismo. Como es sabido, para él la única y verdadera vida era la creación artística.

     Está escrita pues, con la pulsión de quien ha vivido lo narrado y con la precisión, ironía y ambigüedad propias del universo jamesiano.

     Lo más lamentable es que la obrita pasó relativamente inadvertida cuando se publicó (en 1880). No hagáis mucho caso. Tampoco el mismísimo Henry James logró entonces obtener demasiado dinero de sus libros. Mi discreta opinión es que os hagáis con ella, escojáis un lugar apartado y leáis unas pocas páginas…el resto irá viniendo solo.

     Buenas tardes y buenas lecturas.

HenryJames

2 comentarios en “«Diario de un hombre de cincuenta años» de Henry James

  1. Esther, Henry James es brutal. Cógete «Los papeles de Aspern» y verás cómo vas a disfrutar. Además de la belleza de su prosa, de la creación de ese ambiente tan enrarecido con la abueleta en esa mansión… (es que todo es un poco raro, nooooo, pero aquí no hay miedo…) y de su intriga, además digo, tiene una penetración psicológica magnífica. Bueno, pero tú a tu aire…es solo un empujoncito que te doy.

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