«Canciones de amor a quemarropa» de Nickolas Butler

cancquem     A veces me pregunto qué criterio sigo para recomendar un libro. Para ello, intento responder a dos cuestiones. La primera de ellas es saber si volvería a leerlo. La segunda, si desearía que existiera una continuación de la historia que me ha contado. Puede ser que, en una primera lectura lo haya disfrutado —incluso que lo haya disfrutado bastante—, pero esto no lo hace recomendable. Son cosas distintas. Un libro puede disfrutarse por ser entretenido, pero ser entretenido no lo convierte en un libro recomendable. Para ello, además, ha de despertar en mí cierta veneración. Y esa veneración ha de venir del hechizo de la palabra. Que esté bien escrito. Poco importa si lo que me cuenta es real o no. Si su lectura dispara la magia que hace explotar mi imaginación, convidándome a entrar en un universo de sueños, también lo recomendaré.

     El libro que hoy comento es el debut literario de su autor y ha recibido buenas críticas. O muy buenas. Para mí, algo desorbitadas. Para ser su primera novela está bien, pero no se me antoja un libro recomendable. Es entretenido y toca un tema con el que todos nos identificamos, pero no consiguió apasionarme. No es extraordinario. Me entretuvo, sí. Pero cuando lo acabé no me dejó mucha mella ni me quedé con ganas de volver a leerlo algún día. Lo deposité en mi estantería sabiendo que pronto caería en la escombrera del olvido.

     Y ¿de qué nos habla Canciones de amor a quemarropa?. De la amistad de cinco jóvenes que crecieron juntos en un pueblo de Wisconsin y cuyas vidas han ido tomando senderos distintos, que los han separado. Cada capítulo va encabezado por una letra, que corresponde a la inicial de uno de los protagonistas (H, de Henry; L de Lee; K de Kip; R de Ronny y B de Beth). Esto puede despistar al lector, pues está narrado a cinco voces y es bueno conocer desde el principio quién está hablando en cada capítulo.

     El argumento es sencillo: Henry, el granjero del grupo, es el único que se ha quedado a vivir en el pueblo, está casado con Beth y vive de sus cultivos. Lee se ha convertido en una estrella de rock. Kip es un broker de la gran ciudad y Ronny es un vaquero de rodeo, al que una lesión dejó fuera de combate. Se juntan en el pueblo que los vió crecer para celebrar la boda de uno de ellos. Cuando se encuentran los cinco amigos, descubren cómo el zarpazo del tiempo ha ido colocando a cada uno de ellos en un sitio. Ha habido amores, miedos, deseos, decepciones… y también heridas. Es una historia de búsqueda de las raíces. De añoranza por lo vivido y de querer recuperar el pasado. Es también un canto a la música y a la naturaleza, pues estas dos musas tienen un papel protagonista.

    Yo diría que es una narración que deleita más por la voz coral que en su conjunto dibuja, que por la historia íntima que cada personaje relata. El ritmo es algo monótono. Los sucesos se acunan en un balanceo incesante entre el «qué bien estábamos» y el «qué estancia desapacible tenemos ahora». Las últimas páginas se me hicieron algo pesadas.

    Con excelente tino decía Cicerón que el objeto de la literatura es «que eduque, divierta o conmueva». Apuntaba alto, claro. Pero con la avalancha de publicaciones a las que nos enfrentamos hoy en día yo busco, al menos, que el libro que escojo responda bien a alguna de estas tres gracias.

      Buenos días y buenas lecturas.

butler

2 comentarios en “«Canciones de amor a quemarropa» de Nickolas Butler

    • Ay, Esther, se avecina la avalancha editorial propia de la Navidad. Hay que ir al ritmo que una quiera llevar. Donde una se encuentre cómoda. Leer ha de proporcionarnos paz y reposo.
      A mí también me crea ansiedad ver que no puedo leer todo lo que quiero. La vida es corta y finita…y esas páginas tan bellas que no leímos quedarán acunadas por el tiempo. En el mejor de los casos, encontrarán algún lector que las sacará de su nido, reposarán en sus manos y las mimará como hacemos nosotras.
      Entonemos esta plegaria.
      Buenas noches y buenas lecturas.

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